”Me enamoré por segunda vez de la misma persona o, tal vez
jamás había dejado de estarlo. Pensaba que las segundas oportunidades eran
buenas, creía que los mismos errores no se podían cometer dos veces; entonces
volví a caer en esa puta sonrisa tuya aquella noche de luna llena. Tropecé con
esos ojos que aunque a veces se vean cansados; han aprendido muchas cosas y me
han servido de refugio cuando más me siento sola. Esta segunda vez, me negaba a
volver; aunque desde el primer segundo que te hablé ya quería decirte lo mucho
que te amaba. No lo hice. Tú sí, y me regalaste un ticket de regreso, sin
restricción alguna. Finalmente acepté, pero las vacaciones terminaron antes de
lo esperado…
Hoy pensé en ti, en mi, en los hubieras y en nuestras manos
que encajaban perfectas.
Te extraño, no importa cuándo lo leas.”